Desde La Toma - Comunicado Intempestivo

El rectorado de la Universidad Autónoma de Entre Ríos sigue tomado hasta los concursos abiertos. Un paso. 16 días aprendiendo a desobedecer.

¿Quiénes somos?
La Asamblea de estudiantes, docentes y autoconvocados en defensa de la UADER. ¿Estamos locos y locas? Pues una importante mayoría dice no estarlo, del resto no puedo asegurar. Pero en general, ninguno puede decirse normal, si consideramos que la normalidad nos tenía presos de un grupo de serruchos trepadores. La normalidad nos tiene a todos y todas “internados” en la interna del partido del gobierno, engañados por discursos del siglo 16, esclavos que somos de una democracia formal que se ampara en su ley para abajo, pero que no los toca arriba.

Estos locos y estas locas no saben de arriba y abajo, pero no dejan de reconocer un pie sobre la cabeza. A veces son botas, y a veces tienen saco y corbata, que es el nuevo uniforme del que manda. ¿Acaso pensaron que los jóvenes les tendrían por héroes reformistas? ¿Acaso piensan que se pueden quedar ahí sin transformarse y cambiar los modos de tomar decisiones? Tienen la misma soberbia de siempre, la aprendieron de sus maestros contra los que pelearon, son verticales, arriba y abajo son naturales, no hay caso.

¿Qué estamos haciendo?
Nos estamos escuchando, para empezar. Nos seguimos reconociendo activos, pensantes, curiosos, movedizos, creativos e insistentes. Está claro: hasta los concursos abiertos. Pero si seguimos aquí es porque además estamos descubriendo nuevas posibilidades cada día: otra democracia que ponemos a funcionar como asamblea, muy niña ella, pero hay que ver cómo aprende de cada pequeña cosa! Tan atentos y receptivos que estamos, como los niños. Y hay que ver cómo aprendió de otras experiencias recientes de horizontalidad, cómo se conjura la aparición de un poder centralizado. En fin, estamos aprendiendo.

¿En qué estamos?
El rector por primera vez nos escribió atte (lamentamos la falta de los ingeniosos apelativos que llenan nuestras canciones como “hijos de la dictadura” o “delincuentes”). Y se burlan, claro. Tantas estrategias y tácticas para llegar donde están, que toda preocupación sincera tiene para ellos algo que esconder y algo que negociar. Bueno, pues no tenemos nada que negociar más que aquello que decimos todo el tiempo: concursos ordinarios abiertos y por oposición para todas las cátedras de las carreras de la UADER. No queremos un puesto, no queremos el dinero, no queremos “cortar cabezas”. Por eso no nos entienden. Por eso se molestan. Con puestos y con dinero saben negociar, pueden sostenerse y retener el orden de las cosas. Por eso nosotros seguimos juntos y ellos estallan. Son como dos redes, pero en la nuestra cuando se mueve cada punto vibramos todos, en cambio en la red acomodada cuando tocan a uno todos se abren, se rompen.
Aquí pasan otras cosas. Somos diferentes entre nosotros, claro. Y no lo negamos. Al contrario, lo afirmamos. Somos diferentes y convivimos. Eso nos alegra cada día. No sabemos cuánto va a durar, pero tampoco queremos instalarnos para siempre. Mientras dura, pensamos intensamente y nos organizamos. No tenemos un modelo para lo que hacemos, no somos el espejo del Estado, no repetimos lo que nos enseñaron como correcto y ubicado, porque los valores con los que se mide la corrección y la ubicación cortan todo cuestionamiento a las formas de administración y control. Quieren que pidamos todo con sus reglas, allí donde cuestionamos la legitimidad de quienes ponen las reglas y la manera y los tiempos en que se imponen.

En fin, seguimos aquí, cada vez más convencidos y más sabios respecto de cómo trabajar juntos, de cómo dialogar juntos, de cómo limpiar-cocinar-dormir-jugar-reir-pelear y aguantar juntos.

Desde La Toma… perdón, Rectorado Tomado.

Paraná, Entre Ríos. A 16 días del bostezo.

Un Juntaduchos, transmitiendo desde una toma Cualquiera 94.3.